Enfermos

Correo enviado a Khan y Winter hace tiempo. Lo de Bukowski fue una exageración del momento.

Cuando abro Word, tomo cuaderno y lapiz o creo un nuevo documento en google docs siempre espero escribir algo brillante, pero no pasa nada, me quedo mirando el espacio en blanco como estúpido, casi babeando. ¿por qué diablos no puedo escribir nada? creo que finalmente se han manifestado los daños del insomnio, cosas en mi cerebro han dejado de funcionar y he quedado idiota, como esos que no saben pronunciar bien ni una palabra y son incapaces de relacionar dos ideas, de esos poco agraciados que cuesta ver. Ah, qué rayos, me pondré a divagar: No es que tenga algo en contra de los enfermitos cara de jose jose, pero después de un rato de tenerlos cerca y hasta haber intentado decirles con señas y dibujos que te dejen en paz, uno daría lo que fuera porque se asustaran como los perros callejeros al hacerles una seña medio agresiva, ya saben, como azotar con fuerza nuestro pie en el piso. Sí, eso sería genial.

No me mal entiendan, con gusto donaría dinero a obras de caridad si tuviera, solo no me agrada tenerlos cerca por más de cuarenta minutos.

Supongo que para entender todo esto tienen que saber que la dueña del local que rentamos tiene uno de esos en su casa y como viven a la vuelta y no le ponen cadena, pues al menos una vez a la semana se pasa por el negocio.

Regresando al tema inicial, el texto que leyeron arriba es lo mejor que sale de mí estos días, pensamientos vagamente coherentes expresados de forma poco entendible. Si mi yo de 10 años que deseaba convertirse en periodista como Peter Parker o Clark Kent se encontrará conmigo, probablemente estaría decepcionado.

Bueno, pensándolo dos veces, si mejoro un poco más puedo ser el próximo Bukowski.