Estaba en Harmon Hall para la fiesta de Halloween, regresaba de uno de los salones junto a mi maestra pues acababa de presentar un examen que me faltaba. El lugar estaba lleno, todos los alumnos iban disfrazados y había altares por todos lados, unos menos improvisados que otros.
En eso dos chicos me piden que les tome una foto junto a la teacher, yo accedo sin vacilar... Al sostener la cámara y mirar detrás del lente veo a los tres ya en pose para ser capturados, se ven genuinamente felices, de estar ahí, a esa hora y fecha, en ese momento de su existencia. Me pareció algo irreal.
Tomé la foto, les devolví la cámara y sin esperar las gracias me di la vuelta y camine hacia la puerta mientras imaginaba a los tres juntos con una sonrisa en las caras, revisando que tal había salido la fotografía.
Una vez afuera del edificio cerré los ojos y respiré profundamente esperando a que mi cuerpo se deshiciera de la profunda náusea que la había embargado.
Abrí los ojos para darme cuenta de que era de noche, la calle estaba pobremente iluminada y sugería que podría haber un ladrón en la siguiente esquina. Por un extraño motivo esa oscuridad me reconforto, me hizo sentir seguro.
A pocos metros de mi estaban estacionados unos cuantos coches y apoyados en ellos se encontraba un grupo de personas, compañeros con los que compartía salón. Cuando notaron mi presencia me pidieron con un gesto amistoso que me les uniera, me acerque con indiferencia...
3 Comentarios:
Desconozco lo que es sentir la nausea, o al menos si la he sentido no la he reconocido, no he leído el libro. Me agrada tu post, habría que hacer una colección con otros sentimientos similares, seguro que hemos vivido varios de ellos; levedad, otredad, extranjerismo, cosas así... :)
Me gusta la propuesta, intentaré escribir algo así a ver que sale n.n
Totalmente de acuerdo con Winterchaos. Además quedaría bien los posts para el saliva y en tu tinta.
Porcierto, hijodelasodomiafallida, ¿cuando vienes a xalapa?
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