Son las 4 de la mañana, siempre son las 4 de la mañana y estoy pensando en lo que sea que se piensa a tan maldita hora...
De súbito mis divagaciones se ven interrumpidas, la muerte se acerca, viene a recordarme mi mortalidad, me asusta, es un miedo natural; por instinto me paralizo, mi corazón desciende la intensidad de sus latidos y se corta mi respiración. Ella es rápida, en un par de segundos nos encontramos frente a frente, me abraza, oscuridad, escalofríos y desaparece.
Dejo escapar un largo suspiro y pienso: no quiero morir, no quiero morir que da paso a no estoy haciendo nada con mi vida ¿qué hago? ¿Qué hago?. Desesperación. No voy a conciliar de nuevo el sueño hasta que de con la respuesta. No me debe ser posible descansar sin antes saber...
Mantengo los ojos fijos en el techo, mi mente está en blanco, ya he estado antes en esta situación.
1 Comentarios:
Me suele pasar, y creo que ya me esta afectando. Debo intentar cambiar mis hábitos de sueño.
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