Hello, is there anybody in there?

He escuchado música sin parar, me he dado el placer de revivir experiencias pasadas escuchando antiguas melodías. No hay nada poético en mis palabras, lo sé, de hecho suena como algo que Arjona escribiría, pero me niego a escribir de otra manera, aun cuando todo les resulte confuso, tedioso e infantil.

Estoy escuchando esta canción de Depeche Mode, de su último álbum, acaba de empezar, se llama Come Back, la letra dice come back, come back to me, pareciera que la música se acomoda a lo que pienso y siento, la quiero de vuelta, quiero inspiración.

Necesitamos emociones, sentimientos, vivencias y dolores, una mente creativa, un llamado poeta o filosofo las necesita para sobrevivir, nadie puede hablar de algo que no haya experimentado.

Muchas veces me he puesto a escribir sin parar, la mayoría de las veces han sido sandeces y al final, al releer, decido mejor eliminar semejantes estupideces, como diciendo “esto es prueba de mi poco ingenio e ignorancia, mejor borrar evidencias”. Pero he leído por ahí que es muy recomendable guardar esta clase de escritos para que en un futuro podamos darle uso. Todo esto que escribo no tiene sentido, cada vez que tecleo siento que este yo que nace de la nada es la persona que más odio, tal vez es mi yo verdadero o alguien que lo ha raptado de momento. ¿Qué es lo que deseas? ¿Un libro, un disco, alguna droga? ¿Qué puedo hacer por ti para que me devuelvas a ese alter-ego que tanto me gusta ser? Ya has escuchado a Pink Floyd y The Doors demasiadas veces, sabes que escucharles ya no te causa más que un placer momentáneo, que después de un rato inclusive te llega a aburrir. No hay nada malo en mis grupos favoritos pero ya me empiezan a saber a muerto.

¿Soy la persona que creo ser? Solo deseo conocerme a mí mismo, ya no sé si quien escucha y piensa es el mismo con el que ustedes platican o a quien leen en este momento.